18 mayo 2009

gotas de lluvia perfumada


otro día más de trabajo, los olores se esparcían en diminutas gotas, psst psst, parecía que me llamaban, pero yo quería huir, era inevitable, si no vendía no comía.
Tomé mi envase de vidrio, agarré algunos secantes y distribuí un poco de liquido en pequeñas gotas espolvoreadas.
- Buenas tardes desea conocer el nuevo perfume?...permítame regalarle una muestra... busca algún regalo?, déjeme recomendarle.... pase por aquí... tenemos buenos precios y promociones...
Harta de la misma perorata y ningún cliente, por si fuera poco, 16 vendedoras con sueldo por comisión.
Perras, muchas, casi todas, hambrientas, familias que mantener, madres solteras, espsoso huevones, y muchos hijos.
Pero yo siempre al frente, ¿hombres?, siempre firme, levantando el busto, metiendo la panza y sacando las nalgas.
Mujeres? a usted le queda... se ve que viste a la moda... que guapa se ve usted sólo le falta el perfume de moda...

- Un cliente!!! a él.
Este no me lo ganan. aaaaah!!
Falsa alarma el cliente sólo iba a ver, ni que fuera museo.
Las manos atascadas del mismo olor, terminaba por no oler nada, que rico huele pasaban los transeútes que no se atrevían a cruzar la linea de entrada a la tienda, idiotas si no huele a nada, solo son gotas perfumadas que se impregnan en sus bellos nasales y se evaporan con el calor de la exhalación.

- Señorita, ¿me permite oler el perfume que promociona?
-Por supuesto señor yo lo atiendo.
- Me dijo a mi no te preocupes lo atenderé yo.

Un empujón me hizo chocar contra el estante de perfumes que eran mi competencia, Perra, pues veremos quién ladra más a la proxima, me lo quitó.
viene gente algún otro tendrá que llegar.

A mi lado ladraba había regresado, doblando su ticket de venta, lo convenció y ni siquiera olió el mío, clientes estúpidos de mentes moldeables.

- Mira el nuevo perfume, quiero olerlo.

Espolvoré un poco de gotitas que flotaban por la linea de la tienda, ella se ponía frente a mí tratando de ganar el cliente, que culpa tengo yo de que su perfume sea tan feo y me busquen a mí, tendré que defender la publicidad de mi perfume que ya mucho se gastó para que los clientes como robots se acercaran a olerlo.

Se acercaba... más y más. yo imponía mi lugar, le mostraba el secante.
-Señorita permitame mostrarle el clásico...
frente a mí y de espaldas, mejor no puede ser, escuchaba como le ladraba a mi cliente, señorita guau... le va a encantar guau gua... guau permitame llevarla.

Yo no ladro muerdo, le he pegado la mordida más fuerte que pude darle.

Auuu, auuu, chillo como la perra que era.

Escupi el pedazo de tela que me había llevado, en la distracción de su dolor lleve a la señorita a la caja con mi perfume mientras le mostraba el olor - no hay nada más nuevo... ni más barato. le cobran porfavor en caja.
Ella sin decir palabra, con el secante en la mano, tomó su cartera y pago enmudecida, no le iba a dar la oportunidad a que rechazara esta oportunidad, sería un éxito con sus amigas.

Vi a la perra apenas ladrar aullando, me estaba acusando con la supervisora, su boca escupía gotas de saliva olorosas de tacos de carnitas. algúno que otro trozo debía saltar de sus muelas, molido e ínfimo.

Venían hacía mí, la perra ya no traía la cola entre las patas, ahora enseñaba los dientes la muy cobarde. me hice a un lado y muy cuidadosamente rompi tres de los perfumes del estante donde anteriormente me había empujado.

- Supervisora, que bueno que vino, fíjese que ella al tratar de robarme un cliente me empujo contra el estante y se rompieron unas muestras y uno de los vidrios se le enterró en el hombro. ¿Estás bien? Ya ves lo que pasa por querer quitarme el cliente? Pero fíjese que aún así con la mordida, hum, digo con el vidrio que parece que le dejó una mordida, me quitó al cliente.

- Pero eso no es cierto- Tómate un descanso y no te olvides de venir a trabajar con muchas ganas porque tienes que reponer con tu sueldo las muestras.

- Pero...- Porque no pueden ser compañeras y ayudarse en lugar de pelearse
- lo mismo digo, si me lo hubiera pedido se lo hubiera dado- pero com,o me empujó hasta se cortó.

Los pies me dolían, sentía que las botas de cuero negro hacían sudar mis pies y esa sensación de tenerlos calientes, las gotas seguían cayendo psst psst el reloj seguía avanzando clic clic, y mis pies seguían ardiendo.

El último minuto repiqueteo con más fuerza en mis ojos y sin dudarlo ladré con todas mis fuerzas. - Ya es hora- Me zumbaba el mosquito que se había quedado en mi oreja que había nacido en mi grito.

Salí corriendo, me faltaba mi rutina de ejercicios de todos los días y la limpieza de mi hogar, seguramente olía a ausencia, ese olor insoportable tenía que lavarlo hasta que no quedara ni un rincón olvidado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A que se debe tanta agresividad??? espero todo ande bien, por lo visto tienes algunos problemillas en el trabajo, pero nada del otro mundo.

tu no te dejes, esa no es competencia para ti. jejeje

Emmiux dijo...

Al abrir los ojos la sensación inmediata fue que este dia iria terrible. No me equivoque. Sin embargo esta foto (Vaporizador)me detuvo unos segundos...

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