Doble punch

¿Pero que demonios estabas haciendo? Me pareció que podría ayudarla, nunca pensé que fuera a pasar eso. ¿Pero qué te creíste, estabas drogado? Claro que no, ya sabes que yo ya lo dejé, todo fue demasiado rápido, ¿no sé que sucedió? Yo no puedo ayudarte, me vas a meter en problemas, vete de mi casa. Por favor no tengo a nadie más con quién ir. Pues no me importa, lárgate. Pero es que no fue mi culpa, ella la estaba así, yo traté de ayudarla. No te creo, ¿dónde está ella? Sigue ahí. ¿La dejaste sola? No podía hacer más, sus perros le estaban lamiendo las manos. ¿Qué tiene que ver todo esto con sus perros? Pues tal vez así lo quería ella, yo no lo planee, sólo me gritaba. Eres un enfermo no puedo creer que hayas hecho eso. Sólo trataba de ayudarla. Tal vez deberías ir a entregarte. Sólo trataba de ayudarla. Al menos que te escondas de por vida. Sólo trataba de ayudarla. Aunque nunca se sabe quién pudo enterarse y buscarte por su cuenta por la atrocidad. Pero sólo trataba de ayudarla. Pero sólo tratabas de ayudarla, pero los perros siguen lamiéndole las manos.

5 minutos más

Hoy decidí soplarle a la computadora el polvo que ya se había acumulado, he notado que mis dedos estaban un poco entumidos y mis ojos un poco sucios de realidad; no hay nada que un buen liquido de limpieza y un trapito no puedan solucionar.
El tiempo es caprichoso, a veces se esconde y por más que busques, no rinde, escasea últimamente, dicen que la ociosidad es la madre de todos los vicios, pero yo digo que si no se puede ser ocioso de vez en cuando entonces se convierte es la madre de todos los achaques.
Me he escapado a ver los simpson, es una buena película de adultos para sentirnos niños y reírnos de simplezas y las mismas tarugadas de siempre; las risas de los adultos a veces suelen ser más explosivas que las infantiles pues hace mucho que estaban guardadas.
Hay que buscar tiempo para reír, para jugar y sobretodo para imaginar, para eso no hay pretexto, siempre hay tiempo; lo que falta es tiempo para compartirlo.