28 marzo 2007

un instante de luz


Pero yo nunca, nunca lo imaginé; no te esperaba, ni sentada ni parada; no te contemplaba ni en los sueños ni mis realidades imaginadas. Ahí estoy contemplándote de frente y agachando la cabeza; esos ojos brillaban iluminando la carretera, mis pasitos pequeños, pequeños, caminaron hacia ti, pero tu venías con rapidez; no te esperaba, no esperaba que me envolverías entre olor a gasolina y neumáticos quemados, pero aquí estoy contemplándote con las piernas débiles de la impresión y mi rostro blanco por falta de sangre, miraba tus placas ADD- 45 71, mientras la multitud se apretujaba para contemplarnos.

19 marzo 2007

receptor


Dibujamos corazones en la arena, con los castillos que se derrumban con las olas, desdibujamos los retratos de los artitas famosos en sus pinturas y los convertimos en tiras de papel en la memoria, matamos al autor encarcelándolo en sus palabras y nos gusta reírnos de los intelectuales mal logrados, pensando en el talento que creemos guardamos.
Pero que sería sin ese pedacito de algodón de dulce, que nos atragantamos y nos hacemos diabéticos en su dulzor; todo vale la pena, hacer papel o palabra a las personas, hacer castillos que se deshacen. Meterlos todos en la licuadora del bagaje cultural.
Yo sólo soy el gato de la azotea que se pasea buscando una gata a quien martirizarla con placer.

06 marzo 2007

besos mojados


Beso el hilo del tiempo mientras veo caer un alma más en el Hades, se me acabó el hilo dorado, pues seguiré tejiendo en lo que me llega la otra bandeja, que ¿todo está mal en el mundo?, que fatalistas, solamente me ha quedado mal el distribuidor del hilo dorado; se le atrasó la luz del sol que lo colorea, no alcanzó a la mujer de los rosáceos dedos.
Ya llegará y les daré de más por tanto negro, de ves en cuando encuentro alguna pedacería en el suelo y la uno al tejido, es tan pequeña e imperceptible que ni siquiera la agradecen y tanto que me he lastimado la espalda buscando pedacitos en el suelo, pero no alcanza para todos y pocos de los que les toca lo saben valorar; vuelvo a besar el hilo negro y veo otra alma en el hades.
Hay ocasiones en que me pongo a pensar en que pasaría si el que se acabara fuera el negro, ya he tenido algunos besos no pensados porque son tan felices que se deprimen y se ahorcan, por eso nunca me encariño ya con nadie, porque cuando me da tanta ternura y lo beso se muere.
No odio al mundo, me gusta tanto que prefiero no amarlo para no matarlo.
Un beso.
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