31 enero 2008

Viaje a San Miguel

Me he atrasado con este post, pero lo importante es la idea y no la temporalidad. Las ideas buenas prevalecen y carecen de fecha de caducidad. (falta de egocentrismo)
Me encontré con un lugar donde las letras se convirtieron en personas y las voces en la imagen.
Llegué a una mesa donde mi lugar estaba esperando, sólo faltaba yo, porque incluso los ausentes ya habían hecho su aparición dejando algunos recuerdos esparcidos que en mis oídos sólo se hospedaron anécdotas de fe.
Mi primera imagen no-conocida fue un BORREGO esperando paciente a que yo pusiera un pie fuera del taxi. Después ya vi un paisaje más BLANQUECINO mas-conocida y los demás que ahora se convirtieron en hermosas e informativas letras DAN, por ejemplo, DAN churros y palomitas gratis en el cine y YO MERA figuraba nuevas amistades.
Corrimos a un lugar que socialmente llamativo daba alcohol gratis, pero después de golpear nuestras ideas encerradas en burbujas plásticas de colores. Hemos cachado nuestra personalidad poco social en un apartado de manos con líneas de expresión exóticas, cansados del ruido monótono de la electrónica y el baile apagado de solitarios personajes extranjeros, de viejitas con algodones blancos en la cabeza o uno que otro ligue; tuvimos que huir con algún remojo de labios en una ampolleta de cerveza.
Frenándonos en un lugar tranquilo, de música de rocola, y un desinhibido descanso de un anciano que disfrutaba acurrucado en la calidez de una cobija gastada del tiempo y de vida. Sin la búsqueda del hipócrita renacimiento de una lavada.
Nuestro estomago comenzó a hablar más fuerte que nuestras ideas, obligándonos a pagar su aturdido ruido en una cenaduría lejana llena de exquisitos platillos mexicanos y un bodegón que invitaba al surrealismo.
El día siguiente fue vivir la ciudad en un pueblito llamado San Miguel con el tiempo contado y aún algunas actividades pendientes, que sin la debida organización habría acabado en un caos de permanencia no deseada por el abandono del único transporte posible de abordar. Nos embarcamos tratando de distinguir las palabras que nos quedamos, abrazos y suspiros. Inicio de una nostalgia futurista.
LA SEÑORITA COMETA se llevó nuestras memorias y las elevó al viento mientras nos alejábamos, ella estática balanceándose con el viento disminuía su imagen en la distancia.
COTORRA compañía de su compañera furbiezca, dejaron enredadas con nudos algunos sollozos entre lanas apelmazadas del borrego.
Una última foto de aretes naturales entre él y yo.
Mi última imagen fue verlo BLANQUEARSE
Me fui suspirando en mi camino de vuelta a la realidad, con la esperanza de recibir algunos recuerdos impresos en mi computadora
Saludos a todos los blogers conocidos y por conocer.

22 enero 2008

Aprendiendo a vivir.


Había un lugar, donde las personas caminaban como robots con el mismo paso, con los ojos vacíos y siendo gotitas de un río de gente avanzaban todos trajeados a la misma velocidad, amontonados y solitarios sumidos en su pequeño mundo de celulares o ipods.
Quería desafanarme de la idea que me aquejaba con angustia de convertirme en una gotita más para poder avanzar a mi destino; no quería tener los ojos vacíos y mucho menos quería sentir esa soledad tan intensa cuando estás rodeado de gente que te aprieta los músculos contra los demás.
Hacía frío, y traía una chamarra negra que se camuflajeaba con los trajes grisáceos que avanzaban al mismo ritmo, decidí quitarme la chamarra; de cualquier forma me acaloraría con tantos abrigos humanos que se encimarían sobre mí para cubrirme y mantenerme en el grupo.
Afortunadamente ese día había escogido una blusa roja con piedras brillantes; con una nueva actitud me fui acercando escalón a escalón que bajaba con cuidado en las escalera hundidas por el uso cotidiano de los hombres de gris.
Me mezclé con ellos, y sonreí, mantuve la sonrisa hasta el final y volteaba para todos lados esperando una respuesta a mi sonrisa, nadie me sonrío; pero eso no me quitó el ánimo, sólo me decepcionó y en cierta forma me sentí especial.
Imaginé esa fotografía panorámica del río de gente y un puntito rojo por ahí perdido; ese puntito sería yo.
Después sentí mucha tristeza por toda esa gente que camina y vive de los medios sin vivir. Viven con lo mínimo para pertenecer a este mundo, sin una ambición más afortunada que simplemente la terrenal, sin pensar en el “memento mori”, sin hacer nada al respecto, agarrados con las uñas a la religión para poder seguir viviendo sin existir.
No tarde mucho en darme cuenta que quizá sean más felices que yo, sin preocuparse de nada más que subsistir y lo terreno, pero mi sonrisa se volvió a pintar en mi rostro, cuando noté que vivo con mayor intensidad.
Quizá me deprimo con mucha fuerza, una depreción que puede tumbarme en la cama por semanas o meses, no lo sé; el tiempo es lo menos importante, sólo pasa. Pero también vivo los instantes y los absorbo con cada poro de mi piel, los respiro y me hacen sentir lo que ellos pocas veces sentirán.
La masa gris se duerme en el metro de cansancio, porque se aburren de su vida, desvela a un niño jugando, su cansancio desaparecerá.
Y Aquí estoy tratando de vivir, siguiendo las reglas de la pertenencia del cuerpo el tiempo que sea necesario, el tiempo suficiente mientras me desgasta con su paso. Entretanto me congratulo de mi dolor y mi alegría sintiendo, sintiendo...
Sintiendo los ojos de aquellos que les gusta leer, sintiendo sigo escribiendo.

14 enero 2008

Amor de mi vida.

Me gusta arriesgarme, contemplarte mientras duermes y despertarte con la intensidad de mi mirada
Me gusta abrigarte los huesos con mi piel y taparme con la tuya envolviéndome entre tu sudor y el hielo que escurre por la ventana.
A veces me gusta correr, cortarme un poco de cabello y dejarlo echo trenza en tu cama para que me recuerdes en mi ausencia, me gusta dejarte mi olor en tu cuerpo para que no desees bañarte hasta que me veas de vuelta.
Y si alguna vez me desespero mirándome al espejo y encontrarme sola, sola como siempre imaginándote en la cama abrazando mi cuerpo desnudo, cálido; esperando tus besos y tus encantos, recurro a buscarte, tratar de volver.
Pero me vuelvo a tumbar en la cama que me parece muy ancha, pero no deseo molestarte y me arrincono en la orilla para darle espacio a tu comodidad, imagino como te me acercas y me abrazas, tu mano agarrando la mía y nuestras piernas entrelazadas en secreto.
Deseo quedarme dormida lo más pronto posible pero las pastillas no han hecho efecto.
Aprieto tu mano en una hoja de papel que dice lo tanto que te quiero y la vida que llevo a tu lado en tu ausencia.
Escribo con lagrimas sinceras, que sólo mojan la cama y el papel se desliza de mi mano que ya no tiene fuerza para apretarlo. Pero yo sé que aún sostienes mi mano, esperándome, guiándome.
Ya llegué.

08 enero 2008

Be one with nature

Imagina que las estrellas las pudieras tocar; que las sonrisas estuvieran hechas de destellos y en cada una salpicaras a las demás y como epidemia nos contagiaramos de destellos estelares, imagina que las lagrimas de felicidad fertilizarab la tierra y naciera un arroyo, una laguna, un mar. si nos dedicaramos a contruir a babear y crear casacadas al vaciar los ojosy dejar caer los cabellos pintarlos de mil colores y decorar los paisajes con ellos. Dejarnos tragar por la tierra para fertilizar nuestro cuerpo y las lombrices remuevan cada parte tensionada para dejarnos blanditos absorvidos, absorviendo; respirar para crear viento, tornados cuando los nervios mandan y brisa marina cuando estamos enfermos; nuestros oídos cantan cual aves que despiertan como capullos y en sus alas almidonadas y florecen extendiendolas a cada lado con esplendor como si quisieran cubrir la tierra con la sombra que producen tapando el sol.
Nada muera, sólo se recicla, cambia su forma y renace.
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NoDerivs 2.5 License.