18 octubre 2007

Triste otoño

No lo podemos evitar, sólo somos especiales porque alguien fija su atención en alguna de nosotras, tenemos muchas hermanas y tan parecidas unas de otras que es difícil que alguien nos note.
Nacemos enrolladas y a diferencia de los humanos entre más verde es nuestro color, más sanas y nuevas estamos. Cuando somos viejos tenemos que estarnos aferrando a los brazos de la casa por cualquier brisa, porque se corre el riesgo de caer.
Al principio cuando somos jóvenes nos mecemos, reímos y cantamos mil sinfonías con el viento. Cuando somos viejos esperamos el último viaje, el que nos hace volar lejos y ser diferentes, conocer otros mundos, es el último viaje pero es el mejor y entre más fuerte sople el viento más alto y más lejos volamos. Al caer nos gusta que alguien se acomode entre nosotras para poder crujir con nuestros huesos y seguir cantando.
Yo no podré crujir nunca por última vez, pues para mi desgracia, he caído en un balcón de un viejito loco que me ha pegado en la ventana y me ha puesto un altar, porque según él, tengo una virgen en la panza.

9 comentarios:

Miss B. dijo...

El otoño es mi estación favorita del año... con que hermosas letras te refieres a él, a sus colores y matices. Y qué lindo viejito debe ser aquel del que hablas, sí que está un tanto chifaldo...

Anónimo dijo...

tiempo de sueños, anhelos, alegrías que son tristezas y cultivo-mentes

besotes

Caiguar dijo...

cachetitos de manzana, me encantaría postearte en tu blog, pero no tienes la opción, ¿por qué?
muchas gracias por tu post, espero verte por aqui y espero me veas por allá.
besos

Sandra Becerril dijo...

Ahhhhhhh la imaginación del viejito, pero más la tuya al ver todo esto...

Besos y excelente fin de semana

Borrego dijo...

Já, el destino es impredecible, asi seas quien seas.

Borrego dijo...

Y Blanche sí tiene para comentarios, se me hace raro que no lo encuentres.

Shadow Walker dijo...

Saludos =)
he estado algo alejado de la tecnologia, pero juro que no es por gusto propio..
que bueno que sigues posteando, asi cuando tengo chance puedo leer algo interesante

Unknown dijo...

a veces hay que respirar profundo, cerrar los ojos y olvidar la vida.

Juvenal Sartorius dijo...

nunca sabemos lo que traemos dentro, hasta que nos meten a un altar, y ya no podemos ejercitar ese don, o simplemente presumirlo por ahí.

saludos

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