27 noviembre 2006

Hoja en blanco

Madres!!. Estoy en una de esas ocasiones en las que me encuentro en blanco, la blancura de este papel me aterra y mis dedos se paralizan al compas del ritmo de las teclas, ese sonido ausente que se repite y se repite; no me es posible tocarlas. Pasa el tiempo, y sigue pasando y la hoja sigue en blanco, llena de- palabrerías confusas, una lingüística basura, una redacción nefasta y la tinta se sigue escurriendo por la hoja, deslizándose sin realmente penetrar el papel, todo fluye?. Esta vez no, nada fluye. Se queda parada la escritura, esperando a que algo ocurra para poder salir; pero, simplemente no sale. Contempla casi moribunda la pantalla inerte, quiere tomar impulso, navegando impaciente bajo la luz penetrante, sentenciosa de esa hoja blanca.
Respiro profundo y entre más quiero sacar las palabras, más se atoran, y no es que sean muchas; es que no hay nada que sacar, se quedan rebotando en el vacío del cerebro sin encontrar la salida a una idea completa.
Hace eco, mucho eco; el tecleo inconsciente de una tinta virtual sobre la luz resplandeciente del cristal liquido. Hace eco y lo sigue haciendo, ese redoblar de las teclas empujando mis palabras a la idea, a algo, a una imagen, cualquiera, que sea negra, que deje de ser blanca; claro, siempre lo dicen, es mejor el blanco, el blanco son todos los colores al mismo tiempo, es la luz; a mi me resulta ensordecedor, me resulta ceguera, no puedo mirar esa luz incandescente que me molesta las ideas, por que las ideas no quieren asomarse a la ventana, se congelan en esa luz fría, imponente de la pantalla en blanco.
Yo prefiero el negro, el negro es la ausencia de color; talvez me gusta más la ausencia, no importa si sólo tomo la hoja negra en mis manos y no pongo nada, desde mis huellas pasmadas al tocarla, ya estoy dejando algo; algo de mí, estoy aportando porque no tiene nada. Es inspirador, no es aterrador, no es un lugar que exige, sólo recibe. Es la noche silenciosa, que tu respiración llena, tu presencia es suficiente en la realidad absoluta de la nada, ¿que es la luz?, ¿que es el blanco?, eres un ser diminuto tratando de poner algo; eso es la hoja en blanco, un completo reto, no cualquiera se enfrenta a tanta claridad en un solo lugar y sólo para ti, únicamente, nadie más lo llenara, y no es suficiente con observar; tienes que plasmarte, tienes que penetrar y hacer tuya esa hoja, y que esa hoja sea tuya, es horrible, ¿porque tengo que pertenecer?, ¿porque no desaparecer en la obscuridad y sentirme?, ahí solitaria, sin que nadie me observe y se pregunte que haré, sin que nadie me exija ser alguien, ni siquiera yo; simplemente absorberme a mí misma contemplando mi interior con el sentimiento de ser yo.
Así quiero permanecer, sin ese taladro ausente de tecleo en la pantalla, sin esas gotas de tinta penetrables en el papel; con la tinta sólo resbalando, resbalando, porque lo que no fluye, ya no es creación, sólo es un esqueleto, un objeto ya sin vida, un temor traumatizador por la idea.
Quiero mi ser libre a mi cerebro y a mis ideas, pero no puedo, tengo que fluir, dejarme ser, ser. Yo.
Pero esa hoja en blanco, pide tanto, ¿como es que la voy a llenar?
Creo que la voy a escupir.

5 comentarios:

Marietta Dedalus dijo...

Antes que nada, qué gusto saber que llegaste con bien :), ya no pude despedirlos y me dio mucha tristeza, pero espero la hayas pasado bien, y el cansancio haya sido grato, je.

Y bueno, hijoles cuando ésto ocurre, tienden a aconsejarte que leas, a mí eso no me funciona, nadita, es más me funciona como adesivo para neuronas, entonces sólo búscate sujetada en una camisa de fuerza, una hoja en blanco para mí es como un cuarto blanco, de esos de manicómio, horribles, porque no hay sensación más terrible que el vacío, pero todo termina por ceder, y el cerebro maniatado termina por estallar, a veces salen maravillas otras no tanto, pero la catarsis es lo importante, desgárrate eso hacen los cuartos blancos, y además redondos...giras y giras en torno a ti, terrible, pero sano según la perspectiva.

Saludos enormes, un abrazote y un beso.

Miguel Ángel Avilés dijo...

por varias razones... una, no me gusta la plantilla q se muestra... dos como q tengo seco el cerebro en estos dias. me propuse escribir mas seguido, espero ponerme a escribir pronto.
tengo otro blog:

fotoimg.blogspot.com

a ver q te parece...

un abrazo

Anónimo dijo...

ehh.. pues no parece... je, risita, un post tan largo para decir eso!

ironía, bonita ironía

Miguel Ángel Avilés dijo...

ayer me tope con Cortázar... es raro, lo tenia en frente de mis narices y no lo había visto... coincidió con que vi una entrevista de el en google y agarre su biografía... y me salio esto:

"... quiero, simplemente, ser de verdad: aunque ello me de lleve a descubrir que no soy nada."

creo que la escritura nos ayuda a eso, a conocernos y saber de verdad de que es de lo que estamos hechos u saber que somos... podrá haber otra forma ( la iglesia nos habla de la oración, los medios del consumismo... o alguna mas fácil) pero hemos decidido esta... y creo que es la mas chida...

por eso he comenzado a escribir, aunque deje la hoja de papel y la sustituí por el monitor... las manos siguen siendo parte fundamental de este quehacer.. diferencias: ahora no veo lo que mis manos escriben y quizás pueden escribir algo que no quiero.. pero podre permitirlo, finalmente son parte de mi...

Un abrazo

bettsi dijo...

este escrito muestra lo que es la ausencia, pero a la vez la incapacidad que se siente a veces de plasmar todo lo que se tiene en la mente, tan atiborrada de ideas que parecen ausentes... pero se quedan en eso solamente, en apariencia...en miedo... en soledad.

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