
Después de algunos años nos separamos, no sentíamos ya ni tristeza la última vez que nos vimos, me acuerdo de su cara roja quemada por el frío, me dio una última disimulada sonrisa antes de que el camión arrancara, después abrió su libro y se puso a leer.
yo con las manos en los bolsillos ni siquiera espera a que el horizonte borrara su rostro, me di media vuelta y me dirigí a mi casa, prendí un cigarrillo para calentarme un poco y pensé en el capítulo que se cerraba; no pensaba en ella, pensaba en mí y mi soledad.
saqué una hoja de papel para soltar un poco de tinta, pero la tinta se había chorreado en mi pantalón.
Una chica de cara dulce me ofreció su lapiz, creo que era mejor el grafitto que la tinta, para que con el paso del tiempo se borrara, así como sucede siempre.
hay cosas que jamás se borran, pero hay cosas que jamás se escriben
5 comentarios:
y hay cosas qeu jamás suceden, así que ps quedémonos con las que si, han de servir de algo.
no?
jeje, saluditos
Conocer el pasado es una forma de liberarse de él porque sólo la verdad permite asentir o repudiar con total lucidez...
La tristeza se olvida de nuestro pasado a veces...
besos
odio las despedidas
es triste decir adios, pero no tanto como cuando no hay un sentimiento de por medio
el tiempo lo borra todo y lo descompone en la memoria, y solo lo escrito en papel perdura
saludos
todo se irá perdiendo, aunque se dejen en papel, como letras, o como imágenes.
Sin embargo, como me dijera cierto amigo, las mejores cosas se quedan aquí, en el corazón, y en la mente.
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